Entorno Regulatorio

Entorno o Marco Regulatorio de los Países

El entorno normativo o regulatorio influye en las decisiones que toman los inversores y empresarios a la hora de ubicar, operar y ampliar sus negocios. La capacidad de las empresas para acceder al crédito, hacer cumplir los contratos, comprar propiedades, tramitar las mercancías en las aduanas, pagar impuestos y llevar a cabo otras actividades cotidianas de forma eficiente depende de un entorno empresarial que proteja los derechos de propiedad sin regulaciones innecesariamente gravosas o inapropiadas. Las políticas económicas deficientes y las regulaciones onerosas pueden obstaculizar el crecimiento económico incluso cuando un país hace progresos significativos en otros frentes de desarrollo. Uno de sus componentes clave son las normas que afectan al comercio de un país.

Pero hay muchas otras. Los regímenes de licencias , por ejemplo. Cuando estas funcionan bien suelen apoyarse en leyes marco u otros instrumentos jurídicos de alto nivel. Dichos instrumentos protegen contra los cambios constantes e injustificados en el entorno normativo. Los instrumentos suelen especificar las actividades que estarán sujetas a la concesión de licencias y los criterios para adquirirlas. Otras características de los regímenes de concesión de licencias sólidos son los procedimientos de apelación claros y la validez de las licencias en todas las jurisdicciones subnacionales. También suelen ser deseables las normas de «silencio es consentimiento», que hacen que la concesión de licencias sea automática cuando las solicitudes no se revisan en plazos predeterminados.

Normativa laboral

Es otro componente del entorno regulatorio de un país. Todos los países del mundo han establecido un complejo sistema de leyes e instituciones destinadas a proteger los intereses de los trabajadores y a contribuir a garantizar un nivel de vida mínimo para su población. En la mayoría de los países, además de algunas protecciones básicas de los derechos civiles, este sistema abarca tres cuerpos de leyes: la ley de empleo, la ley de relaciones colectivas y la ley de seguridad social. La legislación laboral regula el contrato de trabajo individual. Las leyes de relaciones colectivas o industriales regulan la negociación, la adopción y el cumplimiento de los convenios colectivos, la organización de los sindicatos y la acción industrial de trabajadores y empresarios. Las leyes de seguridad social regulan la respuesta social a las necesidades y condiciones que tienen un impacto significativo en la calidad de vida, como la vejez, la discapacidad, la muerte, la enfermedad y el desempleo.